Encargado por el P. Larry Gosselin OFM
San Francisco de Asís, en su Cántico de todas las criaturas, vio que todo en el mundo está conectado: fuego y agua, tierra y aire, sol y luna. Cantando esta unidad, se dice que recogió dos palos que encontró mientras paseaba por el bosque. No poseía un instrumento musical, pero con los dos palos, fingió que estaba tocando un violín frotándolos como para crear un sonido, cantando y bailando con alegría. Francisco sabía que el mundo mismo está lleno de las semillas del amor de Dios. La alegría de Dios.
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